“¡VIVEN!” es la palabra con la que el mundo recibió la noticia de la supervivencia de 16 jóvenes cuyas edades oscilaban los 20 años, tras 72 días de una experiencia impactante: el accidente aéreo de un avión uruguayo en la cordillera de los Andes, a 4000 metros de altura, enfrentados a temperaturas de 30 º C bajo cero sin ropa de abrigo, sin medicamentos, padeciendo hambre y sed, enfrentados a cada momento con terribles situaciones y decisiones. Ese término representa una historia extraordinaria vivida por personas comunes, un episodio conmovedor y profundamente esperanzador que continúa motivando e inspirando a miles de personas más de tres décadas después.
